El WELL Health-Safety Rating es un sello lanzado por el International WELL Building Institute, después de que un grupo de casi 600 funcionarios de salud pública, virólogos, funcionarios gubernamentales, académicos, líderes empresariales, arquitectos, diseñadores, científicos de la construcción y profesionales de bienes raíces se reunieran con la finalidad de ayudar a orientar una respuesta concreta y eficaz a la pandemia del COVID-19.
Por lo tanto, se trata de un sello que aprovecha tanto los conocimientos extraídos de este grupo de trabajo como la orientación sobre la propagación de COVID-19 y otras infecciones respiratorias por parte de diversos organismos e instituciones competentes alrededor del mundo.
En su última edición, la revista Distrito Oficina, especializada en mostrar las tendencias en el diseño de espacios de trabajo, nos ha brindado la oportunidad de explicar cómo entendemos que será la oficina post-covid. En este artículo explicamos el conjunto de protocolos y adaptaciones físicas aplicables a los espacios laborales que han demostrado ser efectivas en garantizar la salud de los trabajadores en el contexto actual. En los párrafos finales también se hace un llamamiento a utilizar las circunstancias actuales de crisis como palanca de cambio, comenzando una nueva era arquitectónica en la que la sostenibilidad y la salud toman un papel protagonista.
Escribo estas líneas en un momento en el que las muertes causadas por coronavirus parecen estar descendiendo en todo el mundo. El pico más alto de la pandemia ha pasado, pero la amenaza sigue como mínimo latente. Hemos entrado en una nueva era: la era post-pandemia. A la espera de que llegue una vacuna o un tratamiento efectivo contra el Covid-19, se da por hecho que nuestro día a día se verá agitado por el contexto global sanitario.
En lo que se refiere a nuestros espacios laborales, esto implicará una serie de cambios orientados a evitar la propagación del virus y que afectarán tanto a la configuración de los edificios como al uso que hacemos de ellos. Las empresas que no reaccionen ante este nuevo escenario pueden verse afectadas por un brote de la enfermedad que condicione su devenir económico, e incluso su supervivencia. Si bien algunos de estos cambios desaparecerán con el tiempo, muchos llegarán para quedarse en la oficina post-covid.
PROTOCOLOS DE EMPRESA
La era post-pandemia traerá consigo una serie de protocolos que regulen nuestra manera de interactuar con los edificios y dentro de ellos. Para empezar, se fomentará el teletrabajo. No un teletrabajo impuesto como el que vivimos durante la cuarentena, sino uno que nos permita conciliar nuestra vida profesional con la personal y maximice nuestra productividad. Las oficinas deberán reflejar este cambio: los nuevos espacios serán más flexibles y se dimensionarán en base a este porcentaje asistencial de trabajadores que, con el regreso a las oficinas, se espera vaya paulatinamente creciendo hasta estabilizarse en torno al 60-70% de media. También se reducirá considerablemente la ocupación en zonas de reunión y de interacción social.
Se fomentará un teletrabajo que nos permita conciliar nuestra vida profesional con la personal y maximice nuestra productividad
Se espera que la asignación fija de puestos de trabajo continúe en decaída, y que sean los propios trabajadores, a través de una aplicación, los que escojan el lugar que les transmita más tranquilidad y les permita garantizar el distanciamiento mínimo. En las zonas de mayor tráfico se establecerán direcciones de tránsito para evitar aglomeraciones. Asimismo, se incorporará como práctica habitual la medición de la temperatura en el acceso a los edificios. A los dispositivos de medición de temperatura en los accesos los acompañarán quioscos sanitarios que dispensarán mascarillas y gel desinfectante a los visitantes. En relación a la limpieza, se establecerá un protocolo de limpieza desinfectante que garantice la higiene de las superficies, especialmente de aquellas de alto contacto como mesas de trabajo, agarraderos o electrodomésticos de uso común.
Los protocolos de utilización del edificio en el regreso a la oficina post-covid se verán acompañados por políticas de bienestar corporativo. Estas iniciativas, que han proliferado en los últimos años, se integran en la cultura de la empresa y se materializan en forma de talleres, formaciones online, y píldoras de audio o vídeo. El objetivo de estas herramientas seguirá siendo promover y proteger la salud, seguridad y bienestar de los equipos, pero en este caso adaptarán sus contenidos al contexto sanitario actual, ayudándonos a llevar una vida más saludable y reforzar nuestro sistema inmunológico. Para ello se pondrá especial atención en las áreas de regulación del estrés en tiempos de incertidumbre, alimentación saludable en casa y la oficina, y recuperación y mantenimiento de la vida activa tras el confinamiento.
Imagen: weforum.org
MEJORAS FÍSICAS EN EL ESPACIO DE OFICINA POST-COVID
La tecnología jugará un papel fundamental en la configuración de los espacios post-covid. La presencia de sensores para controlar el aforo de los espacios o la utilización de sistemas de reconocimiento facial, sustituyendo a la huella dactilar en los accesos, serán algunas novedades. También se espera la proliferación de sistemas contactless a través de infrarrojos para papeleras, grifos o máquinas de vending y a través de reconocimiento de voz especialmente en ascensores.
Tras demostrarse recientemente que algunas micropartículas del virus pueden permanecer horas en el aire, la correcta ventilación y la monitorización de la calidad del aire jugarán un papel fundamental. Pese a que no es posible medir la concentración de coronavirus en el aire, parámetros como la concentración de CO2, relacionados con la presencia humana, pueden orientarnos. Por ello, los sistemas de ventilación se integrarán con los de medición de CO2. Asimismo, la presencia visual de pantallas que nos informen de la calidad del aire que respiramos será habitual. De hecho, al igual que en este caso, muchas de las medidas que se implementarán irán orientadas a generar confianza en los usuarios de nuestros edificios.
la correcta ventilación y la monitorización de la calidad del aire jugarán un papel fundamental
A la ventilación optimizada de los edificios se sumará la instalación de sistemas de purificación, tanto en los propios sistemas mecánicos de clima y ventilación, como de manera independiente en las propias estancias. Estos dispositivos purificadores y desinfectantes capaces de eliminar el virus tanto del aire como de las superficies pueden ser de distintos tipos: sistemas de luz ultravioleta, de tecnología de plasma o de ozono (precaución con estos últimos, pues el ozono es una sustancia potencialmente tóxica para la salud; Evalore está desaconsejando su utilización en todos sus proyectos). La ventilación, la monitorización de la calidad del aire y la utilización de purificadores son medidas que han de trabajar de manera conjunta y por ello se integrarán en sistemas de control mediante la tecnología IoT (Internet of Things).
Aparecerán nuevas consideraciones a la hora de configurar físicamente los espacios para garantizar el distanciamiento mínimo en la oficina post-covid. Los vestíbulos, hasta ahora a menudo despreciados y categorizados como espacios residuales, cobrarán un nuevo valor y alcanzarán dimensiones mucho mayores. En referencia a los puestos de trabajo, se incluirán códigos en forma de mobiliario delimitador o pinturas en techos y suelos que determinen hasta dónde llega nuestra zona de seguridad. También se dispondrán mamparas y separadores, que además de protegernos lograrán dotar a los espacios de un mayor confort acústico, dándonos mayor intimidad y reduciendo el tiempo de reverberación. Las mamparas serán especialmente útiles en salas de reuniones y espacios donde se produzca una interacción entre personas, especialmente en aquellos destinados a recibir a personas ajenas a la organización.
La selección de acabados constructivos y mobiliario viricidas también puede jugar un papel fundamental a la hora de combatir la propagación del coronavirus. Existen pinturas y mobiliario, con tecnología de iones de plata y aditivos antimicrobianos respectivamente, que tienen la capacidad de eliminar el virus de su superficie y cuyo uso se hará más común en la oficina post-covid.
Imagen: evalore.es
PERCEPCIÓN DE VALOR, SALUD Y SOSTENIBILIDAD
Muchos de los cambios estarán orientados a mejorar la percepción de valor del espacio por parte de los usuarios. Este hecho atiende a dos razones fundamentales. Por un lado, se busca garantizar la percepción de seguridad del usuario, lo cual contribuye a su productividad y sentimiento de pertenencia. Ambos factores repercuten de manera positiva en la competitividad de la empresa. Por otro, esta batería de cambios físicos y protocolarios contribuirá a incrementar la concienciación del usuario ante un problema de índole global, lo cual tiene un efecto en la responsabilidad colectiva. Esto revierte un impacto positivo no sólo en la empresa, sino en el conjunto de la sociedad.
Por ello, se espera que los estándares internacionales habituales de sostenibilidad y salud en la edificación como LEED, BREEAM y especialmente la Certificación WELL cobren cada vez más importancia, pues tienen la capacidad de poner en valor la calidad de un espacio construido. El estándar WELL, por ejemplo, ya ha comenzado a adaptar sus habituales parámetros de salud global edificatoria para incorporar medidas orientadas a evitar la propagación del virus.
La Certificación WELL ya ha comenzado a adaptar sus habituales parámetros de salud global edificatoria para incorporar medidas orientadas a evitar la propagación del virus
En cualquier caso, lo que parece claro es que la arquitectura de la era post-pandemia en general, y la arquitectura de oficinas en particular, presentarán cambios substanciales con respecto a la etapa anterior. Se ha hablado mucho de la oportunidad de mejora que nace del seno de una crisis. Si bien, los cambios no deben centrarse exclusivamente en combatir la propagación del virus actual o prepararnos ante una eventual futura pandemia. Tenemos ante nosotros la oportunidad de realizar cambios estructurales que nos lleven a una mejora global a largo plazo. A nivel arquitectónico, autoridades, promotores y arquitectos deben tomar la iniciativa y orientar sus esfuerzos a construir mejor. Esto significa construir con el foco puesto en la salud de las personas, pero también en el medioambiente. No debemos olvidar que es la mano del hombre sobre la naturaleza la causante de la mayoría de las crisis globales. La responsabilidad ambiental, en forma de sostenibilidad edificatoria radical, ha de dominar los esfuerzos del cambio. De no ser así, será la propia naturaleza con toda su fuerza la que llame de nuevo a nuestra puerta.
Vivimos en un mundo globalizado en el que la interoperabilidad entre las personas y empresas a nivel mundial forma parte ya de lo cotidiano. Formamos parte de la revolución digital. La teoría de los seis grados (que explica que estamos conectados con cualquier persona del planeta a través de no más de 5 conocidos) se puede ya reducir a cuatro gracias al desarrollo de las telecomunicaciones, y más en concreto a internet. Este es un claro ejemplo de la tendencia cada vez más exponencial a la digitalización mundial mediante el uso de perfiles y plataformas online. La tremenda desgracia del COVID-19 nos ha mostrado también lo conectado que estamos hoy en día unos con otros. Esta conexión se ha materializado en el sector de la arquitectura a través de la metodología BIM.
La Escola Decroly se ha convertido recientemente en la primera escuela de España en introducir hasta 17 medidas de salud y sostenibilidad en su entorno educativo. Todas las medidas incorporadas proceden de estándares internacionales como WELL o LEED, y han sido seleccionadas en base a su impacto en la salud de los alumnos, del profesorado, y del medioambiente.
Betevé ha cubierto la noticia, explicando las medidas más importantes implantadas y su efecto en la salud y el bienestar de los alumnos.
Recientemente la revista Distrito Oficina, especializada en mostrar las tendencias en el diseño de espacios de trabajo, nos brindaba la oportunidad de explicar la importancia que tiene para las empresas desarrollar su actividad en una oficina saludable. En el siguiente artículo explicamos cómo, a través de la implementación de wellness, las empresas pueden tomar ventaja frente al resto.
Cuando en 1959 Nils Bohlin, ingeniero sueco de Volvo, inventó el cinturón de seguridad, la industria del automóvil vivió uno de sus mayores hitos. Lo que comenzó como un nice to have rápidamente se convirtió en un must have, extendiéndose en todas las marcas y modelos hasta convertirse en obligatorio en la mayoría de países desarrollados. No en vano, se estima que este ingenio salva unas 100.000 vidas al año en el mundo.
Algo similar está ocurriendo en el mundo de la arquitectura. En un momento en el que la preocupación por los riesgos ambientales para la salud está en máximos históricos, el wellness real estate ha llegado a la concepción de los espacios para quedarse. La arquitectura que cuida de la salud de las personas ha dado lugar al concepto de oficina saludable. Las empresas, conscientes de que el éxito ya no depende únicamente de un buen business plan, buscan atraer y retener talento para lograr sobresalir y persistir en el tiempo.
A la hora de comenzar el camino hacia una oficina saludable, es importante comprender que implementar un programa de bienestar laboral no es suficiente. Es en el espacio físico de trabajo, el cual ‘sufrimos’ cada día, donde debemos poner el foco, pues juega el papel más importante en nuestra salud y bienestar. Para ello, en Evalore hemos desarrollado la metodología Talent Office, orientada a una oficina saludable y basada en el estándar wellness más completo: elWELL Building Standard (o Certificación WELL) consta de 209 actuaciones concretas testadas, repartidas en 7 áreas fundamentales de actuación: aire, agua, alimentación, iluminación, ejercicio, confort y mente.
Por cada euro invertido en la salud y el bienestar de los trabajadores se genera un retorno medio de 6 euros
A través del diseño arquitectónico o de la consultoría, el método Talent Office es implementado por fases: una primera de diagnóstico o análisis; una segunda de recomendación personalizada de medidas para la obtención de objetivos concretos; una tercera fase de implementación; y una última de validación y puesta en valor. En esta última fase juega un papel fundamental la comunicación, que nos permitirá hacer partícipes a los propios trabajadores del valor diferencial que supone trabajar en una oficina saludable.
Entre las medidas wellness destacan la utilización de dispositivos que permiten medir y optimizar la calidad del aire (muchos estudios constatan la relación directa entre la cantidad de toxinas en el aire y la productividad de los trabajadores), la introducción de biofilia (o elementos que emulan las formas y comportamientos de la naturaleza) en el diseño, o la inclusión de iluminación antideslumbrante y ajustable a los ciclos circadianos humanos.
Este esfuerzo tiene una clara recompensa. Según la red europea de promoción de la salud en el trabajo (ENWHP), por cada euro invertido en la salud y el bienestar de los trabajadores se genera un retorno medio de 6 euros como consecuencia de la reducción del absentismo laboral y de los costes por enfermedad. Asimismo, numerosas encuestas revelan que la mayoría de los trabajadores tienen en cuenta su salud y bienestar a la hora de escoger o permanecer en una empresa.
En definitiva, las empresas que han hecho de una oficina saludable su centro de actividad no sólo están reduciendo sus gastos de personal e incrementando su capacidad de atraer y retener el talento, sino que también están adoptando un mecanismo de supervivencia hacia un futuro incierto. Han convertido su espacio de trabajo en un elemento diferenciador. El wellness, un must have, es su particular cinturón de seguridad.
La importancia de cuidar la calidad del aire interior
Como decíamos en nuestro anterior blog post acerca de laCertificación WELL, pasamos alrededor del 90% de nuestra vida en espacios interiores cuyo aire está entre 2 y 5 veces más contaminado que el aire exterior. Esta afirmación, en un entorno en el que las noticias acerca de la contaminación del aire en nuestras ciudades se suceden, es tremendamente impactante, pero a la vez tiene una explicación muy lógica: la composición del aire interior tiene como base la del aire exterior, pero con el añadido de todos los polucionantes de fuentes interiores: radón, formaldehídos, COV, vapor de agua, etc. El siguiente gráfico muestra los contaminantes más importantes que afectan la calidad del aire interior y su origen en los espacios construidos.
Artículo actualizado para la Certificación WELL V2: Abril 2021.
¿Sabías que pasamos el 90% de nuestra vida en espacios interiores?¿Sabías que el aire de estos espacios está de 2 a 5 veces más contaminado que el aire exterior? Cada día se publican docenas de artículos que incluyen datos contundentes acerca de nuestra relación con los espacios que albergan nuestra actividad cotidiana. Es evidente que la calidad de nuestro entorno construido tiene un impacto directo en nuestro bienestar físico, mental y emocional y en nuestra capacidad de dar lo mejor de nosotros mismos. Por ello, el WELL Building Standard se ha encargado de proporcionar una serie de estrategias científicas que permiten mejorar el impacto del edificio en nosotros.
Un entorno saludable no sólo alarga e incrementa nuestra calidad de vida, sino que también nos hace más productivos. Esta evidencia se ha comprobado en el mundo empresarial, y actualmente existe una tendencia creciente que lleva a más empresas a querer ser una empresa saludable, lo cual pasa invariablemente por lograr una oficina saludable.
Estas mejoras también se pueden lograr en edificios residenciales, hospitalarios, comerciales y en remodelaciones de espacios interiores. Además, cada vez toma mayor relevancia los criterios de salud arquitectónica en el desarrollo de proyectos, especialmente en el contexto actual del COVID-19. En este artículo te explicamos por qué la Certificación WELL es la más adecuada para lograr esos beneficios en tu edificación.
“A veces tengo la sensación de que mis empleados simplemente están esperando a que el reloj marque las seis y media de la tarde para levantarse e irse”. Esto me decía hace poco mi amigo Toni. Toni acababa de ser ascendido a gerente en una multinacional con sede en Barcelona.
Según datos de 2015, países como Francia, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Suecia, Austria, Reino Unido o Alemania tienen índices de productividad superiores al de España. Esto no sorprenderá a muchos y parece estar alineado con el estereotipo que de nosotros se tiene en el extranjero. Lo interesante reside en que, según la OCDE, a pesar de contar con una productividad mayor, en todos esos países se trabaja menos horas al año que en España. En algunos bastante menos, como es el caso de Alemania (1.371 horas frente a las casi 1.700 de media por trabajador en España). La principal causa de esa baja productividad es la existencia de ambientes de trabajo poco sanos y flexibles que producen estrés y disminuyen la motivación. Según el IV informe Adecco, en 2015, sólo el absentismo laboral asociado a un entorno laboral estresante supuso en España pérdidas por valor de más de 9.000 millones de euros.
Existe una relación evidente entre el bienestar físico, mental y emocional de un individuo, y su capacidad de comprometerse con una meta común y de rendir con todo su potencial.
Existe una relación evidente entre el bienestar físico, mental y emocional de un individuo, y su capacidad de comprometerse con una meta común y de rendir con todo su potencial. Si queremos mejorar los índices de productividad de nuestras empresas, parece obvio que debemos cambiar el modelo laboral actual y eso pasa por incrementar el bienestar de nuestros empleados. La implantación de medidas de bienestar o Wellness (como se conoce a esta corriente que lleva dos décadas implantada en EE.UU. y en los países del norte de Europa) tiene que ver con la generación de hábitos saludables en el trabajo, y también con la adecuación de los espacios para que trabajen en pro de nuestra salud. El resultado será, no sólo el aumento de la productividad, sino también la reducción del estrés con el consiguiente aumento de moral, la reducción de la fuga de talento, e incluso la prolongación de la vida de tu equipo.
El Well Building Standard
Estas cuestiones ha sido afrontadas por el International Well Building Institute que, tras 7 años de investigación médico-científica, ha lanzado la certificación internacional Well Building Standard con el objetivo de marcar unas pautas de bienestar para los espacios construidos. En la sede central de CBRE en Los Angeles, las primeras oficinas certificadas Well, tras la reforma el 94% de los trabajadores dijo que el nuevo espacio había tenido un impacto positivo en su rendimiento laboral, y el 92% que éste había tenido un impacto positivo en su salud y bienestar.
En las primeras oficinas certificadas Well el 94% de los trabajadores dijo que el nuevo espacio había tenido un impacto positivo en su rendimiento laboral.
Éstas son algunas de las medidas contempladas en la certificación Well:
La mejora de la calidad del aire a través de la optimización de los sistemas de ventilación, la instalación de filtros y la utilización de materiales que no contengan elementos nocivos para el cuerpo humano
La utilización de sistemas lumínicos circadianos que imiten los ciclos solares para evitar la alteración de nuestro ciclo biológico
El incremento del confort del individuo a través de mejoras que afecten la acústica, la sensación térmica y la ergonomía en los puestos de trabajo
La optimización del diseño del entorno para mejorar nuestra percepción del lugar en el que trabajamos. El diseño puede contribuir también a fomentar la actividad física
La implantación de políticas laborales que fomenten una vida más sana a través de mejoras en áreas como la alimentación, o la conciliación de la vida laboral y personal, mejorando de esta manera también el compromiso con la empresa de los empleados
Si quieres saber más sobre cómo el Wellness puede ayudar a tu empresa a ser más productiva, contacta con nosotros y te ayudaremos a ponerlo en práctica. Toni y la multinacional en la que trabaja ya lo hicieron.
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