La importancia de cuidar la calidad del aire interior
Como decíamos en nuestro anterior blog post acerca de la Certificación WELL, pasamos alrededor del 90% de nuestra vida en espacios interiores cuyo aire está entre 2 y 5 veces más contaminado que el aire exterior. Esta afirmación, en un entorno en el que las noticias acerca de la contaminación del aire en nuestras ciudades se suceden, es tremendamente impactante, pero a la vez tiene una explicación muy lógica: la composición del aire interior tiene como base la del aire exterior, pero con el añadido de todos los polucionantes de fuentes interiores: radón, formaldehídos, COV, vapor de agua, etc. El siguiente gráfico muestra los contaminantes más importantes que afectan la calidad del aire interior y su origen en los espacios construidos.
El aire de los espacios interiores está de 2 a 5 veces más contaminado que el aire exterior. El wellness es la solución más efectiva para paliar este problema
Fuente: Centro Común de Investigación de la Comisión Europea
El problema de la contaminación del aire interior no es baladí. La concentración excesiva de contaminantes en el aire puede causar numerosas enfermedades, principalmente respiratorias tales como el cáncer de pulmón, pero también cardiovasculares, digestivas y neurológicas y, según la Organización Mundial de la Salud, es la principal causante de unas 2 millones de muertes al año en el mundo (clasificado como el décimo factor de riesgo evitable en general).
La contaminación del aire interior es la principal causante de unas 2 millones de muertes al año en el mundo
Contaminación del aire exterior
Hasta aquí las malas noticias. La buena es que se pueden implantar numerosas medidas para revertir esa situación. Por un lado, debemos implantar medidas para mejorar la calidad del aire exterior, lo cual tendrá sin duda un impacto positivo en la calidad del aire de nuestros espacios construidos. Hemos asistido a políticas locales destinadas a reducir temporalmente la contaminación en Madrid y Barcelona, e incluso en otras ciudades más pequeñas de la península ibérica a través del cierre total o parcial al tráfico del centro. Pero este tipo de medidas, aunque momentáneamente efectivas, tan sólo son una tirita sobre una herida de gran profundidad. La solución para reducir la contaminación del aire exterior radica en políticas que establezcan unos máximos ambiciosos en el consumo energético de vehículos, edificios e industria, y que favorezcan la implantación de formas de obtención de energía limpias. Estas medidas sin duda suponen un coste inicial para las administraciones públicas y las empresas, pero aún mayor es el coste de las consecuencias que ya hemos comenzado a pagar por la baja calidad del aire de nuestras ciudades.
Contaminación del aire interior y la Certificación WELL
En todo caso, el objetivo de este post no es otro que el de concienciar acerca de la importancia de mejorar la calidad el aire que respiramos en nuestros espacios interiores, y para ello vamos a centrarnos en las medidas que podemos implantar en nuestros edificios y que van relacionadas con nuestra manera de construir y con la adecuación de los espacios. El WELL Building Standard (o Certificación WELL), homologado por el International WELL Building Institute, la organización de mayor prestigio a nivel internacional para la implantación de salud y bienestar (o wellness en inglés) en los espacios construidos, dedica 29 de sus 100 medidas a asegurar una calidad del aire óptima. A continuación describimos algunas de las medidas más importantes:
6 medidas para mejorar la calidad del aire interior
1. Medir los niveles de contaminación del aire
Es difícil controlar lo que no se conoce. Es por ello que una de las primeras medidas a implementar será siempre la medición de los niveles de contaminantes en los espacios interiores. Entre los contaminantes que deben medirse destacan los formaldehídos, los COV (Componentes Orgánicos Volátiles o VOC por sus siglas en inglés), el monóxido de carbono, las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), el ozono o el radón. La temperatura y la humedad también han de controlarse puesto que pueden propiciar la aparición de patógenos como el moho, causante de numerosas enfermedades respiratorias.
2. Optimizar la ventilación
La renovación del aire interior permite deshacerse de los contaminantes cuya fuente está en el interior a través de la introducción de aire proveniente del exterior. Los contaminantes exteriores como las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), las bacterias, el moho, o el humo pueden evitarse a través de la utilización de filtros de alta eficiencia (EU7 o su equivalente americano MERV13 y superiores) en los sistemas de ventilación. A través de la ventilación también se evita la concentración de humedad y con ella problemas de condensación que originen patógenos como el moho y un deterioro de los materiales. Sin embargo, el volumen de ventilación debe optimizarse en función de las necesidades de cada edificio, pues un mayor intercambio de aire conlleva también una mayor demanda energética que puede limitarse a través de la instalación de recuperadores de calor (éste es un tema que requiere un post exclusivo y será abordado más adelante). Para aquellos espacios que no disponen de un sistema de ventilación mecánico en aquellas ciudades en las que la calidad del aire exterior es un problema, se recomienda informarse sobre la calidad del aire exterior antes de abrir las ventanas pues los niveles de contaminación varían de un día a otro. En los espacios de oficinas, por ejemplo, es posible automatizar las ventanas para que una luz indique si es o no recomendable abrirlas en ese preciso instante. La información puede tomarse de sensores exteriores o de estaciones de medición cercanas. En las webs del ayuntamiento de Madrid y Barcelona puede encontrarse información en tiempo real.
Web informativa de la calidad del aire en Madrid en tiempo real:
http://www.mambiente.munimadrid.es/sica/scripts/index.php
Web informativa de la calidad del aire en Barcelona en tiempo real:
http://ajuntament.barcelona.cat/qualitataire/es/
3. Erradicar el tabaco de los edificios
Son de sobra conocidos los problemas de salud causados por la inhalación de humo de tabaco, tanto para los fumadores, como para los no fumadores que coexisten con los primeros en espacios donde se permite fumar. Para una óptima calidad del aire interior, el tabaco debe erradicarse no sólo dentro de los edificios, sino también en las proximidades de los accesos. Debido al efecto chimenea en los edificios de varias plantas, por variación de presión, el aire penetra en las plantas inferiores y abandona el edificio en las plantas superiores. Para evitar la penetración de humo de tabaco es importante que no se permite fumar a menos de 7,5 metros de los accesos al edificio. Además, debido al grado relativamente elevado de infiltración de aire entre los distintos espacios de un mismo edificio, es importante que la política anti-tabaco afecte a todo el edificio.
4. Utilizar productos de limpieza saludables
Los productos de limpieza más habituales a menudo contienen químicos que son perjudiciales para la salud. La utilización de productos y materiales de limpieza no tóxicos e hipoalergénicos contribuye a mejorar la calidad del aire interior y a reducir la aparición de plagas, alérgenos medioambientales y olores desagradables. Además, conviene establecer un protocolo de limpieza que dictamine la frecuencia y el modo en que cada superficie debe ser limpiada. Para las superficies con una frecuencia de contacto elevada (pomos de puertas, interruptores, etc.) se recomienda la utilización de métodos de limpieza avanzados para la eliminación de bacterias como los dispositivos de luz ultravioleta.
5. Utilizar materiales y métodos constructivos saludables
Existen multitud de materiales constructivos que liberan sustancias nocivas al aire a lo largo de su vida útil. Entre ellos están los productos derivados de la madera que en ocasiones contienen formaldehidos; los sellantes, adhesivos, y pinturas que a menudo contienen COV; o las alfombras y moquetas que acumulan polvo, emitido posteriormente como materia particulada. Estos mismos materiales pueden encontrarse en elementos del mobiliario y de los edificios. Es recomendable evaluar la composición de los materiales previo a su utilización e incluir productos certificados y con sello de sostenibilidad (como Greenseal o Greenguard) cuando sea posible. En cuanto a las pinturas, se pueden utilizar pinturas fotocatalíticas que mediante un proceso de fotocatálisis contribuyen a la eliminación de patógenos y malos olores. Además, el método de construir también se puede optimizar para incrementar la calidad del aire interior futura: estableciendo un protocolo de instalación de los materiales específico para minimizar la impregnación de los materiales porosos con sustancias que posteriormente puedan ser liberadas; sellando los puntos de entrada y salida de aire de los sistemas de ventilación y climatización durante la construcción para evitar la entrada a los mismos de contaminantes; y realizando un sellamiento exhaustivo de los elementos tabiques y otros elementos compartimentales para evitar la infiltración de aire de peor calidad de los espacios adyacentes.
6. Instalar sistemas avanzados de purificación del aire
Algunos espacios, ya sea dada su naturaleza que requiere una calidad del aire excelente (hospitales, laboratorios, etc.), o por circunstancias que acarrean la existencia de excesivos contaminantes (proximidad a carreteras altamente transitadas, fábricas, etc.) pueden requerir la instalación de dispositivos avanzados de purificación del aire. Estos dispositivos pueden incorporarse al sistema de ventilación en aquellos espacios que disponen de un sistema de ventilación mecánico, o situarse como elementos independientes. Entre los principales métodos utilizados para la purificación del aire destacan los filtros de carbono activado y de polarización activa, los sistemas de radiación ultravioleta, y los sistemas de oxidación fotocatalítica.
Da el paso, mejora la calidad del aire que respiras
En la actualidad existen 35 edificios certificados por el WELL Building Standard y más de 500 en vías de certificación que han implementado medidas como las citadas anteriormente para mejorar la calidad del aire interior.
En Espacios Evalore hemos desarrollado un método propio basado en la Certificación WELL para la implementación de todo tipo de medidas wellness, incluidas aquellas relacionadas con la optimización de la calidad del aire. Nuestro método es asequible para todas las empresas y personalizado en función del presupuesto del cliente, y el impacto y la viabilidad de cada medida en el espacio en cuestión. Si quieres mejorar la calidad del aire interior que respiras e implementar una serie de medidas de salud y bienestar para tu espacio no dudes en ponerte en contacto con nosotros y te haremos un diagnóstico sin coste.
Pablo Muñoz, CPHD, LEED GA, BPI MFBA
Cofundador y CEO de Espacios Evalore SLP